Cuando buscamos el significado de discapacidad en la RAE ésta nos dice que es una “Situación de merma o carencia de alguna capacidad física, sensorial o psíquica de la persona, que limita o impide su participación plena e igualitaria en la sociedad…” Pero viéndolo desde la contra parte, no es solo tener una discapacidad lo que hace que no puedas participar de manera plena en la sociedad, sino también la sociedad en sí.
Rosario una joven en silla de ruedas nos cuenta que, el medio que utiliza para movilizarse se convirtió o reemplazo a su misma persona. Toma como ejemplo que al conocerla le preguntan cómo es que llegó a tener que utilizar la silla antes que su nombre. Paso de ser una persona a “un ángel, un ser de luz, un ejemplo de vida”, esto por solo usar una silla de ruedas. Cuando al igual que todos para ser llamado un ejemplo de vida debería ser basado en sus logros, ideas o talentos y no porque el hacer cosas cotidianas sea un reto. Que es la realidad en la que viven las personas discapacitadas, ya que no poseen accesibilidad. Regresando a lo mencionado al inicio del texto, es la sociedad quien limita o impide esta participación, esta integración. La usualmente nombrada inclusión. Dejando de lado que debe existir la infraestructura adecuada para el desenvolvimiento de las personas discapacitadas. Desde la perspectiva educativa también se debe trabajar en ello. No solo con capacitaciones para los educadores debido a la importancia de conocer las diversas discapacidades para entenderlas y atenderlas. Sino a su vez crear un ambiente en el que una persona discapacitada no se sienta como “el bicho raro”. Reforzando el hecho de que todos somos diferentes. Si bien las situaciones en las que se sienta una segregación seguirán existiendo, al reforzar el interior y cambiar la manera en la que probablemente se ve la persona discapacitada puede marcar la diferencia. Ya que si uno mismo no se logra aceptar como puede buscar irradiar esa aceptación en los demás. La meta sería en un plano ideal llegar a como cuando un niño con discapacidad conoce a otro sin discapacidad. Lo más probable es que sienta curiosidad por el otro, pero no de una manera en la que siente pena sino por simple curiosidad y tras saciar esta curiosidad pasa a tratarlo como a cualquier otro niño. Pero qué pasa que cambia esta visión que tiene el niño del otro niño. Y volvemos al hecho de que la sociedad los ha marcado como personas que “necesitan apoyo” o tienen “capacidades distintas”. Cuando los que ellos piden es que, así como yo cuando voy a un restaurante y pido la carta me entregan una que pueda leer. De igual manera para un ciego que va a un restaurante exista una carta que él pueda leer. Ellos no buscan depender de alguien para realizar cosas cotidianas, sino que exista un medio para que ellos puedan hacerlas. Y así al igual que entre los niños se tratan como iguales, ya que se ven como iguales. Nosotros también al crecer los veamos como personas no con una etiqueta por encima que sería su discapacidad.
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